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Ocho platos que saben mejor con aceite de oliva virgen extra

20 junio 2017

Pese a que el aceite de oliva virgen extra en crudo es uno de los reyes de la dieta mediterránea, que tan bien acompaña a ensaladas de vegetales en todas las épocas del año, lo cierto es que a menudo no le sacamos todo el partido. Y es que hay pocos productos en el mundo tan especiales y versátiles como el aceite de oliva virgen extra, que puede dar un toque especial a cualquier plato. Estas ocho ideas te ayudarán a aprovechar los beneficios de este producto e incorporarlo a numerosos platos.

En el desayuno. ¿Y si sustituimos la clásica tostada con mantequilla y mermelada por una buena rebanada de pan con aceite de oliva virgen extra? Un desayuno completo y cardiosaludable, sin las grasas saturadas que aporta la mantequilla, que será aún mejor si lo completamos con una pieza de fruta o un zumo.

En ensaladas. Pero olvidemos de una vez la clásica ensalada de lechuga o brotes. El aceite de oliva virgen extra es el mejor compañero de ensaladas de pasta, cuscús, quínoa, garbanzos, lentejas, guisantes, judías o habitas, por poner solo algunos ejemplos de cuánto nos falta por explorar en el mundo de las ensaladas multicolores.

En adobos. Basta con adobar cualquier carne o pescado con una mezcla de aceite de oliva virgen extra, vinagre, ajos y especias para aportar un toque de sabor inconfundible.

En conservas. ¿Por qué no hacer conservas caseras y disfrutar del sabor y las propiedades tanto del aceite de oliva virgen extra como de los alimentos que más nos gustan? Quesos, anchoas, bonito, pulpo e incluso algunas carnes como el lomo de cerdo constituyen unas conservas fantásticas en aceite de oliva virgen extra. Además, tienen una ventaja: podemos elaborarlas cuando tengamos tiempo y aguantarán semanas en la despensa, de manera que podremos abrirlas en cualquier ocasión y nos solucionarán una cena improvisada.

En marinados. Marinar la carne en aceite de oliva virgen extra antes de cocinarla potenciará su sabor y garantizará una textura melosa.

Como aperitivo. ¿Por qué no replicar en casa ese pequeño bol de aceite de oliva virgen extra con alguna especia de nuestro agrado y pan de calidad? Será un aperitivo original y muy elegante cuando tengamos invitados.

En carpaccios. El siglo XXI es, sin duda, el del regreso a la comida cruda, como demuestra el boom del sushi, el sashimi, los tartars, los tatakis y el carpaccio. Este último, sea de lo que sea, sabrá mucho mejor si lo completamos con un toque de aceite de oliva virgen extra.

En sopas y cremas. Tanto frías como calientes, estarán mucho más sabrosas si les aportamos un chorro final de aceite de oliva virgen extra antes de servir.Ocho

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